domingo, 3 de noviembre de 2013

Signos de puntuación I

Los signos de puntuación son el equivalente oracional de las pausas y la entonación que realizamos en la lengua oral. Sin embargo debéis empezar a desterrar la idea de que a cada pausa del discurso corresponde un signo de puntuación. Hay descritos unos usos específicos para cada signo y es importante conocerlos para poder comprender mejor lo que leemos y escribir mejor lo que queremos comunicar.

Los signos más frecuentes son:

La coma. Se usa para:

  1. Separar una oración circunstancial que antecede a la principal:
    Después de apagar todas las luces, se fue a dormir
  2. Separar los elementos de una enumeración  sin conjunciones:
    Apaga las luces, echa la llave, cierra la ventana, lávate los dientes y vete a la cama.
  3. Aislar expresiones como "por ejemplo", "es decir", etc:
    Me gustaría, por ejemplo, que me permitieras acompañarte.
  4. Separar el nombre de la persona a la que hablamos:
    Juan, me encanta cómo sonríes. Tendría que decirte también, Juan, que tienes una dentadura estupenda. De cualquier forma, no vayas a pensar que me gustas, Juan. 
  5. Indicar que el verbo ha sido omitido:
    La capital de España es Madrid, la de Francia, París. 
  6. Indicar el principio y el final de una aclaración.
    Gustavo, el más guapo de todos, me dio la mano.
  7. Antes de "pero", "sin embargo", "no obstante" y otras conjunciones de sentido adversativo, concesivo o consecutivo cuando las oraciones que encabezan son breves.
    No me gustó, pero me lo comí todo.


El punto y coma. Se usa para: 
  1. Separar elementos de una enumeración que incluye comas:
    La capital de España es Madrid; la de Francia, París; la de Noruega, Oslo.
  2. Separar oraciones que comienzan por "sin embargo", "no obstante", "pero", "por tanto", etc (conectores de sentido adversativo, concesivo o consecutivo) cuando las oraciones que encabezan tienen una considerable longitud.
    El romanticismo español fue relativamente corto; sin embargo, el romanticismo dejó una importante huella en la literatura de nuestro país.
    Los jugadores se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
  3. Unir oraciones que guardan una estrecha relación de contenido.
    Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer.

El punto. Es el signo ortográfico que limita los enunciados. Siempre se escribe mayúscula tras él.
Existen tres tipos de punto en función de su uso:
Punto y seguido: separa enunciados que mantienen una relación de contenido entre ellos.
Punto y aparte: separa párrafos de un texto que desarrollan contenidos diferentes dentro del mismo tema.
Punto y final: marca el final de un texto. 


Actividades: 

Te será muy cómodo imprimir estos textos y trabajar sobre el papel impreso; puedes usar lápices de distintos colores para cada uso y signo de puntuación. Es un ejercicio con el que estoy segura de que aprenderéis mucho. Lo pediré en algún momento antes del día 15 de noviembre.
1) Señala cuál es la razón por la que se usan los signos de puntuación de este texto. Puedes leerlo completo aquí

Familias en transición de género
Padres de niños transexuales, en lugar de ignorar su identidad sexual como era habitual en el pasado, ayudan a sus hijos para que sea respetada

Ángela recuerda con pesar aquellas navidades, una tras otra, en las que los Reyes Magos cumplían escrupulosamente con las peticiones de sus dos hermanos, pero desatendían las suyas. Ni el maletín de la señorita Pepis, ni la muñeca sin pelo, ni la de la melena rubia. Al lado de sus zapatos apareció un año una espada de romano; otro, un futbolín; otro, la equipación del Athletic de Bilbao. La hija de M. no ha cumplido cinco años, pero ya el pasado consiguió por primera vez que los Reyes no le dejaran coches y camiones como otras veces sino la muñeca, el carro y la cocina que había puesto en su carta. “Ahí ya le noté el cambio, estaba loca de alegría”, recuerda su madre, que en los meses previos había convencido a la familia para que no le regalaran “cosas típicas de niño”.

Por ejemplo: 
"Padres de niños transexuales, en lugar de ignorar su identidad sexual como era habitual en el pasadoayudan a sus hijos para que sea respetada"- Estas comas sirven para enmarcar una aclaración. Uso nº 6

2) Señala cuál es la razón por la que se usan los signos de puntuación de este texto. Puedes leerlo completo aquí.

DERECHOS DEL NIÑO HOSPITALIZADO

Extracto de la Carta Europea de los Niños Hospitalizados. Resolución del Parlamento Europeo de 13 de mayo de 1986

• A la hospitalización diurna, sin que ello suponga una carga adicional a los padres.

• A estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital, sin obstaculizar la aplicación de los tratamientos necesarios para el niño.

• A recibir una información adaptada a su edad, su desarrollo mental y su estado afectivo y psicológico.

• A negarse ,por boca de sus padres o de la persona que los sustituya, a ser sujeto de investigación, y a rechazar cualquier cuidado o examen cuyo propósito primordial sea educativo o informativo y no terapéutico.

• A no ser sometido a experiencias farmacológicas o terapéuticas. Sólo los padres o la persona que los sustituya tendrán la posibilidad de conceder su autorización así como de retirarla.

• Derecho del niño, cuando está sometido a experimentación terapéutica, a estar protegido por la declaración de Helsinki de la Asamblea Médica Mundial y sus subsiguientes actuaciones.

• Derecho y medios de contactar con sus padres o con la persona que los sustituya en momentos de tensión.

• A ser tratado con tacto, educación y comprension y a que se respete su intimidad.

• A recibir los cuidados prodigados por un personal cualificado, que conozca las necesidades de cada grupo de edad en el plano físico y afectivo.

• A ser hospitalizado junto a otros niños, evitando todo lo posible su hospitalización entre adultos.


3) Señala cuál es la razón por la que se usan los signos de puntuación de este texto. Podrías descubrir nuevos usos, que aún no hemos descrito, para algunos signos de puntuación.

José de Espronceda

(Almendralejo, España, 1808 - Madrid, 1842) Poeta español. Hijo de una familia hidalga de fuerte raigambre militar, estudió con Alberto Lista, de quien se convirtió en aventajado discípulo. Desde muy joven se sintió atraído por la literatura y por la actividad política, aficiones ambas que definirían su carrera futura. En 1823, y a raíz de la ejecución del general Riego, fundó, junto a Patricio de la Escosura, una sociedad secreta en pro de la libertad cuyos jóvenes miembros se hacían llamar los Numantinos. La represión política que siguió al trienio liberal motivó su encierro en un convento de Guadalajara, donde emprendió la redacción de Don Pelayo, poema épico de corte neoclásico que dejó inacabado.

Tras recobrar la libertad, regresó a Madrid, pero los acontecimientos políticos del país lo impulsaron a marchar al extranjero. Partió hacia Gibraltar, y de allí pasó a Lisboa, de donde fue expulsado, por lo que hubo de refugiarse en Londres, por aquel entonces punto de reunión de los liberales españoles, en cuyas reuniones participó. En Londres conoció a Teresa Mancha, con quien mantuvo una accidentada relación sentimental. Informado de los acontecimientos revolucionarios que se producían en julio de 1830 en París, allí acudió para participar y, poco después, formó parte de la frustrada expedición liberal del coronel Chapalangarra que intentó entrar en España.

Durante su ausencia de Londres, su antigua amante, Teresa, había contraído matrimonio con un comerciante, por lo que ambos decidieron fugarse juntos. Tras otra breve estancia en París, en 1833 regresaron a España, donde Espronceda ingresó en el cuerpo de la Guardia Real. Sus inquietudes políticas, sin embargo, le valieron un destierro en Cuéllar, en 1834, y posteriormente el traslado a Badajoz. También debió esconderse tras la llegada al poder de Toreno, contra cuyo gobierno se rebeló.

Durante sus breves etapas en Madrid, participó activamente en la vida literaria de la capital y a pesar de sus frecuentes encarcelamientos y destierros pudo escribir sus primeras obras. El contacto con la poesía romántica europea (Byron, Scott) influyó en él poderosamente y orientó su propia producción poética hacia un romanticismo exaltado, pletórico de ritmo, color y fantasía. En 1834 publicó Sancho Saldaña, una novela histórica, y por las mismas fechas escribió varias comedias y el drama histórico Blanca de Borbón, editado póstumamente.



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